En el centro de salud de Colonia Benítez, días atrás los trabajadores de salud que brindan tareas en ese establecimiento fueron víctimas de injustificables agresiones verbales y físicas por parte de familiares de una paciente. Ante eso, la Asociación de Profesionales, Técnicos y Auxiliares de Salud Pública del Chaco (APTASCH) manifestó su repudio y su preocupación por “los constantes episodios de violencia que se dan frecuentemente a lo largo y ancho de la provincia”.
De acuerdo con el relato de los trabajadores de salud del centro de salud de Colonia Benítez, en la madrugada del 14 de julio, se encontraban dos enfermeras y una doctora cubriendo al guardia del establecimiento cuando ingresó una señora mayor descompensada, acompañada de cerca de 10 familiares. Al momento de ingresar la paciente, se le detectó presión alta, sumada a patologías cardiológicas que tenía la paciente, y se procedió a estabilizar a la misma mediante la aplicación de pastillas.
Sin embargo, en ese proceso, los familiares de la paciente, en tono altamente violento y a los gritos, primero comenzaron a darle ordenes a los profesionales de la guardia, deslegitimando sus observaciones profesionales. Tras ello, familiares piden la derivación de la paciente a Resistencia y ante este pedido, los profesionales de salud del establecimiento recomiendan que primero se estabilice la paciente para luego realizar la derivación, ya que el cuadro de la paciente no era de urgencia siendo que la misma estaba ya en proceso de estabilización. Esta observación derivó en una oleada de insultos y gritos de familiares de la paciente hacia una de las enfermeras del centro de salud, e incluso intentaron agredirla físicamente con golpes de puño.
La tensión continúo y cuando se decidió derivar a la paciente hacia Resistencia, los familiares exigían con gritos e insultos que se haga en la ambulancia del centro, que solo tiene una y se reserva para emergencias. Cuando la paciente fue finalmente derivada, la ambulancia volvió a Colonia Benítez para estar disponible en caso de una emergencia, y los familiares volvieron a la carga nuevamente con reclamos subidos de tono.
Cabe señalar que una de las enfermeras que fue amenaza y agredida, está embarazada y la situación provocó en ella un fuerte malestar y descompostura. La otra enfermera, a su vez, sufrió un ataque de nervios por la violencia recibida.
Ante esto, desde APTASCH en primer lugar manifestaron su “solidaridad y acompañamiento con las trabajadoras de salud pública que fueron agredidas, víctimas de una situación de violencia injustificable”, y además, manifestaron su “preocupación por la escalada de hechos de violencia que se da contra trabajadoras de salud pública en toda la provincia, ya que semana a semana somos notificados de casos como estos”.
El gremio manifestó que “podemos entender la preocupación y los nervios que puede llegar a tener una persona ante un problema de salud de un familiar, pero nada justifica una acción violenta contra quienes, justamente, intentan salvar la vida y el bienestar del paciente que ingresa a una guardia o a cualquier centro de salud. La población tiene que entender que somos nosotros, los trabajadores, con muchísimas limitaciones de recursos humanos, de insumos y de equipamiento, quien nos ponemos al hombro la situación para atender como es debido a cada paciente que requiera una atención”.
“El Estado es responsable por el deterioro que vive la salud pública y debe dar respuestas; pero también la ciudadanía tiene que saber que la violencia nunca será la solución y que como trabajadores, ponemos cuerpo y alma en dar atención a todos los que necesitan la misma”, finalizaron.