Síntesis de la Encuesta Nacional sobre Violencia y Acoso en el Mundo del Trabajo

Se trata de un trabajo llevado a cabo por la Red Nacional Intersindical contra la Violencia Laboral (RNIVL), la Uni­versidad Nacional de Avellaneda e Iniciativa Spotlight. La misma fue realiza­da entre los meses de junio y julio de 2021, con apoyo de la OIT y la colaboración del Minis­terio de Trabajo. Empleo y Seguridad Social (MTEySS) de la Argentina y la Superintenden­cia de Riesgos del Trabajo.

En la misma, la Federación Sindical de Profesionales de Salud de la Republica Argentina (FESPROSA) fue parte activa y protagonista, representada por la Lic. Ramona López, actual Secretaria de Género de la entidad, además de ser la Secretaria General de APTASCH.

Los resultados de la Encuesta fueron presentados el 15 de diciembre, en el auditorio en el Auditorio del Anexo A de la Cámara de Diputados de la Nación, con participación de los equipos técnicos involucrados en su realización. La fecha fue seleccionada a raíz de cumplirse el primer año de la ratificación del Convenio 190 de la OIT en el país.

Además de la presencia de autoridades y equipos vinculados a la elaboración y análisis de la Encuesta, también dijo presente Viviana García, quien fue la invitada especial en reconocimiento a su participación en Ginebra, en el marco del Convenio 190, lugar donde participó en carácter de integrante de Internacional de Servicios Públicos (ISP) y directora del Instituto de Formación, Capacitación e Investigación (IFCI) de FESPROSA.

Equipo de trabajo de la Red Intersindical contra la Violencia Laboral (RNIVL)

La Encuesta Nacional sobre Violencia y Acoso en el Mundo del Trabajo fue diseñada para contener las miradas y percepciones de los trabaja­dores en una coyuntura agravada por la pandemia. Fueron en­cuestadas personas pertenecientes a los sindicatos argentinos que forman parte de la RNIVL.

Características de la muestra

De las personas que respondieron el cues­tionario, el 58,7% son mujeres, un 40,3% varones, y el 1% restante está con­formado por personas de género no binario. En términos etarios, el 34,5% tienen entre 41 y 50 años, el 29,4% entre 31 a 40 años, el 24,7% son per­sonas mayores de 50 y, por último, el 11,3% son menores de 30 años.

Sobre su situación laboral, el 79,7% posee un vínculo labo­ral formal con un contrato laboral efectivo, mientras que, del resto de los tipos de contratación, ninguna muestra una participación mayor al 10%, sumadas.

Además, el 72,8% son trabajadoras públicos o estatales, y en ese grupo, más de la mitad (57,9%) corres­ponden a una jurisdicción municipal

En cuan­to al máximo nivel de estudios alcanzados, un 23,9% de las personas encuestadas alcanzan un nivel de estudio secundario o polimodal completo y un 18% de personas completaron estudios terciarios.

El sector o actividad económica dominan­te en la encuesta es el terciario (87,6%); apenas el 2% corresponde a actividades del sector primario y el 2,7% al secundario. Otro grupo (7,5% del total) no especificaron el sec­tor laboral en el que se inscribe su actividad.

A fin de particularizar las actividades econó­micas se separaron en 22 categorías, entre las que se destacan: “enseñanza y educación” (24,1%); “administración pública y defensa”; “planes de seguro social” (21,5%); y “servicios sociales y de salud” (11,4%).

Principales conclusiones de la Encuesta

  • Tres de cada diez trabajadores en­cuestados padecen alguna situación de vio­lencia en su trabajo actual.
  • Seis de cada diez trabajadores han sido objeto de violencia o acoso laboral durante su vida laboral reciente.
  • La violencia psicológica fue la de mayor frecuencia en las respuestas (78%); seguido de situaciones ligadas a la discriminación con un 67%, y, finalmente, los casos de violencias de índole sexual (52%) y física (35%).
  • ¿Quién ejerce violencia en el trabajo? El personal jerárquico superior (mayoritariamente ocupados por hombres), y en menor medida, personas de igual rango, son protagonistas en los casos de violencia psi­cológica y de discriminación; en lo que respecta a la violencia físi­ca, generalmente proviene de clientes y usuarios (principalmente por golpes, empujones y/o amena­zas físicas).
  • El perfil de las víctimas de estas violencias son principal­mente mujeres y de género no binario. Por otro lado, el perfil del victimario o victimaria, cuando se refiere a violencia psicológica, dis­criminación y comentarios sexistas, suele ser mayoritariamente varón y en una posición de personal superior jerárquico, seguido por va­rones con cargos de igual rango
  • En la misma línea, se concluyó que el género masculino, a diferencia del femenino y otros, mantiene una situación de menor vulnerabilidad en casi todas las varia­bles analizadas.
  • En correspondencia a esto, las mujeres y personas no bina­rias indican que su género influye de manera negativa en el trato recibido: un 28% de ellas considera que su identidad de género influye de manera negativa.
  • En lo referente al proceso de denuncia, el 30% de las personas encuestadas afirmó ha­ber dado a conocer alguna situación de violencia o acoso. La mayor parte lo hizo ante el sindicato (60,7%), seguido de quienes lo hi­cieron frente al empleador, empleadora o la empresa (43,8%) y ante compañeros y com­pañeras (37,8%).
  • Sobre este tópico, es preci­so subrayar dos problemáticas: por un lado, el 60% desconocen los instrumentos para mi­tigar estas situaciones. En un segundo lugar, muchas personas no creen que la denuncia sirva de algo (27%), motivo por el cual no la realizan. Sumado a esto último, encontramos que otros motivos por los cuales no realizan la denuncia de violencia o acoso son: que el he­cho no le pareció relevante, el temor a perder el trabajo (esto se manifiesta mayormente en mujeres y personas de género no binario) y el miedo a que se profundice el maltrato.
  • Violencia en pandemia: un 15,8% de la muestra señaló que las si­tuaciones de violencia aumentaron a partir del inicio de la pandemia, y un 3,3% aparecieron a partir de la pandemia por primera vez.
  • Los tipos de violencia que se incrementaron o que comenzaron a partir de la coyuntura pandémi­ca fueron de violencia psicológica (84,3%), se­guida de lejos por la discriminación (27,6%), la violencia física (9,7 %) y el acoso sexual (6,3%).
  • Finalmente, se les consultó a las trabajado­ras y trabajadores qué acciones creían que de­bía tomar el sindicato en relación a denuncias y situaciones de violencia, ante lo cual respon­dieron “Formar equipos específicos/interdisci­plinarios para el tratamiento de situaciones de violencia” (31,6%), seguida de “Elaborar proce­dimientos y protocolos para atender las situa­ciones de violencia” (30,3%), y un escalón más abajo “Desarrollar y profundizar acciones de capacitación y sensibilización” (25,4%).

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